viernes, 15 de enero de 2010

Exceso de ex

Hace como cinco meses que no escribía sobre ti, principalmente por temor a que una de mis lectoras favoritas dejara de leerme por repetitiva y monotemática. Sin embargo, he escrito poco en general. Porque he tenido mucho que hacer. Y, sobre todo, porque ya no me siento tan mal (no sólo respecto a ti, respecto a mi existencia en su totalidad, mas eso es materia como para un post entero).

...

Todo comenzó cuando vi tu foto de perfil de facebook. Sigues igual de bonita. Demasiado bonita.

...

No te odio, porque no eres lo suficientemente importante (léase “no me has hecho nada lo suficientemente malo…”) como para gastar tanta energía negativa en ti. Pero te sigo detestando.

...

Aún hay en mí ciertas ganas de verte, alimentadas por un cariño que subsiste al ver tus dibujos, al recordar la ternura con que me quisiste. Oh sí, mi cariño sigue vivo, por más que yo misma creyera lo contrario.

...

No puedo creer que te hayas olvidado así de mí. Aunque tampoco creo que sea tan difícil. Mal que mal, a veces yo también me pregunto: ¿fue real? ¿en verdad ella estuvo en mi vida?

...

Aún hay en mí ciertas ganas de reparar, de recuperar la amistad que había entre nosotras al principio; esa amistad que nació de forma tan linda y natural.

...

El día que me dejaste, hace un par de años ya, comenzaron los dos mejores años de mi vida. Lo que no sé es si eso significa que tú no tienes que estar en mi vida y que yo debo seguir detestándote hasta que me aburra.

...

Anoche soñé contigo. Soñé que nos habíamos perdonado y que nos sentíamos muy felices de habernos reencontrado.

...

Es raro que haya llegado a extrañarte menos durante mis momentos de tristeza que durante los de alegría.

...

Después, me junté con C. E, inevitablemente, tu nombre apareció bastante seguido (¿por qué no se casan si se aman tanto? ¬¬). Y msn me contó que por algo te querías morir.

...

Visitar a C es verme reflejada en el espejo de lo que yo sería si no hubiera tenido la fortuna (y una pizca de fortaleza) necesaria para alejarme de ti... atrapada en una relación enfermiza y con el corazón todavía roto.

...

Ya no sufro por ti (ahora "sufro" por otr@s y estoy harto entretenida). Y eso me pone tan tan tan contenta. Ya no estoy enamorada de ti. Y eso me alivia tanto. Pero… ¿cómo hiciste para olvidarnos? Te lo pregunto porque yo no puedo.