domingo, 26 de junio de 2011

Así con la gente predecible.
Así con la gente que cree que yo exagero cuando hablo. Si digo que soy muy celosa, es por que lo soy. Soy celosa. Muy, muy celosa.
Así conmigo, que ya no me siento tan mal. Viví una pseudo crisis de estrés y ahora regresé a mi natural estado de nada me importa y no me molesten, quiero ser una niña triste que vive en la indiferencia y se preocupa sólo por su propio sufrimiento y por el bienestar de las personas más estrictamente cercanas.
Bueno, él aún me duele. Pero menos, mucho mucho menos. A veces creo que ya no lo quiero, que nunca lo quise. Tengo en ocasiones la certeza de que él no es para mí, aunque claro, prefiero pensar que no es para mí TODAVÍA, que alguna vez lo será. Ese ridículo pensamiento es como una bofetada que me hace darme cuenta que en verdad aun siento algo por él porque si no, ¿para qué querer que haya una esperanza? Ojalá se me pase, se me borren todas las ilusiones y se me borre también este temor de no volver a verlo... Es gracioso cómo la vida se burla de ti en tu cara. Cada vez que me han roto el corazón, yo he deseado, rogado, implorado con todas mis fuerzas por la ocurrencia de un milagro que hiciera desaparecer a esa persona de mi universo (llámese que se cambie de colegio/universidad, pasando por que se vaya del país, hasta su caída en estado vegetativo y/o muerte si fuese necesario), de modo que pudiera tener éxito en el difícil proceso de olvidarme de ella. Sin embargo, nunca fui bendecida con esa "desaparición". Tuve que seguir viéndoles la cara a esos seres -o al menos tuve que seguir enterándome de sus existencias de alguna forma ¬¬- lo que convertía mi tristeza en una tortura. Así había sucedido. Hasta ahora. Pasa que yo no quiero que él desaparezca. Prefiero sufrir antes que deje de estar presente en mi vida, por más que dicha presencia sea tan mínima como lo es hoy. Sin embargo, justo en este momento (justo con él =/ ) el destino me lanza la tabla salvadora por la que tanto le hinché antes. Parece decirme "Ok, sé que anhelabas mucho esta solución, lamentablemente no podía ser en ese entonces, pero sí puede ser ahora y como tanto lo querías aquí tienes juju!"... La "tabla" se lo llevaría de mis días de una manera simple y eficaz; no implicaría su muerte ni un viaje al extranjero. Sería tan sencillo como que él ya no estará donde suelo verlo y, cuando vuelva a ese lugar, yo estaré tan ocupada que no tendré tiempo ni vida para visitarlo. Fácil... Y cruel. Porque realmente no quiero alejarme de esa forma. Quiero seguir viéndolo y despecharme y odiarlo si eso es lo que siento, hasta sacarlo de mi corazón y poder mirarlo a los ojos con firmeza mientras pienso "sí, te quise, pero ya no lo hago más". De ahora en adelante tendré más cuidado con lo que deseo. Tercer ¬¬.

viernes, 10 de junio de 2011

En mayo del 2009 dije que en mi corazón habría un rincón que pertenecería sólo y por siempre a mi ex. Hoy, dos años después, no sé si ese rincón existe. En todo caso, encuentro súper mala onda que no me haya saludado para mi cumpleaños. Puede haber perdido mi teléfono, pero hay otras mil formas de hacer llegar un saludo. Yo no me he olvidado del suyo. Este año, yo ni sabía en que día estaba viviendo, por eso me confundí levemente, mas la fecha la tengo muy clara (y, en cualquier caso, le entregué mi saludo cuando correspondía). En fin, a lo que voy con esto es que el hecho de haber podido olvidarme de ella de esa forma, me anima a pensar que podré olvidarlo a él también. Y de manera mucho más fácil. Porque, siendo bien honesta, lo que he sentido por él es algo fuerte, pero es un moco al lado de lo que sentía por mi ex. O sea, él no ha llegado a ser tan significativo como ella lo fue (recordemos que ella ocupa el puesto de mi "primer amor", "primer pololeo", "primera novia lesbiana", entonces, por favor... ¿¡qué más significativo que eso!? jajaja).
Sin embargo, me ha resultado más difícil de lo que yo misma pensé. Fue raro como casi me predispuse a la situación "si me engancho y no me pesca, bueno, lo olvido y fin del asunto". Porque siempre me había encontrado en situaciones de esa índole, y siempre conseguía olvidar sin demasiado drama. Con él ha sido distinto. Con él -debido a él- he sufrido.
Así que ahora me encuentro triste, porque es viernes en la noche y estoy sola en mi casa mientras en la facultad mis compañeros deben estar comiendo y cantando alegremente ¬¬. Yo no estoy ahí por varias razones: la principal, es que estoy evitando encontrármelo. No quiero verlo. Pues, cuando lo tengo enfrente, es demasiada la tentación de mirarlo, de hablarle, de rogar que se acerque como solía hacerlo. Además, no quiero verlo haciéndose el amable con mi amiga. Al respecto, reconozco que he sido injusta con ella. Me dan ganas de decir "sí, la odio porque ella responde a su amabilidad moviéndole el poto". Y no es así. Sucede que a ella le encanta que todo el mundo la quiera (o, como máximo, saber que más de un par de hombres mueren por su amor), pero no le está coqueteando. No obstante, yo he andado rara toda la semana y supongo que lo notó. No, ella no tiene la culpa. Es nada más que tocó mi punto débil. Se atrevió a reemplazarme, a interactuar en mi lugar con lo que yo sentía mío y eso simplemente no lo tolero. No puedes acaparar a MI mamá, a MI mejor amiga, a MI gato ni a MI hombre/mujer. Claro que aquí hay un punto que me hace sentir LOSER así con bloq mayús... él nunca llegó a ser MI hombre, mío. ¿Qué derecho tengo a celarlo, a enojarme porque comparta sus atenciones con alguien más? Ninguno. Sólo el que mi corazón se auto-otorga por la mera razón de quererlo.

miércoles, 8 de junio de 2011

Te quiero menos, te deseo menos.
¿O te deseo menos, te quiero menos?
No, creo que es lo primero.
Francamente, me decepcionaste. Primero, porque es bien baja tu estrategia de hacerte el lindo con mi amiga más cercana para molestarme. ¿Que si te ha resultado? Bueno, más o menos. Es cierto que he ardido en celos, que a mi amiga le hablo cada día menos (pues no soporto que otra que no sea yo reciba tus atenciones) y que lo he pasado mal. Pero no puedes sentirte victorioso tampoco, ya que jamás vas a saber cuánto me has hecho sufrir. No se ve en mis gestos, ni en mi mirada vacía que te evita, la enorme herida que tiene roto mi corazón. No voy a demostrarte mi pena; siéntate a esperar a que lo haga si te da la gana, mas no vas a verme a tus pies rogándote una migaja de cariño.
Además, me decepcionaste porque fue muy poco lo que hiciste en pos de que yo volviera a hablarte y ser normal contigo. ¿Ese fue el fruto de tu mejor esfuerzo? ¿Aparecerte psicópatamente en mi cumpleaños y hablarme con simpatía, como si yo fuera un perrito medio trastornado pero adorable? ¿De verdad creíste que eso bastaría para que yo volviera?
La respuesta es no. No después de como me trataste. Una cosa es que yo ya te haya perdonado por ello, no obstante, eso no significa que no estuviera esperando una disculpa. Y venir a hacerte el tierno y amistoso simplemente no es suficiente. Mira, me ha tomado tiempo darme cuenta -incluso a veces aún no me lo creo mucho- pero yo valgo, valgo bastante como persona, aunque tú no lo hayas notado. Así que devolverte mis palabras (y mi cariño, que inevitablemente iría con ellas) no es algo que te merezcas si no has hecho el esfuerzo necesario para ello.
Púdrete.

jueves, 2 de junio de 2011


Hey now, hey now -

don't dream it's over...



Quiéreme de nuevo, por favor.
Voy a seguir, sí. Te voy a superar algún día, lo sé.
Lo sé porque la vida continúa y hay que sobrevivir de algún modo.
Lo sé porque una vez perdí a la mujer que amaba, que AMABA, y pude salir adelante. Me sobrepuse de tal forma que aprendí a vivir sin ella, ya no la necesito y hoy estoy llorando por ti.
Todo eso lo sé, no necesito que nadie me lo repita. Lo tengo tan claro, que si alguien me lo repite juro que le pego.
El punto es que no quiero.
No quiero una vida sin ti.
La vida que quiero te incluye... a ti. Incluye tu risa, tu humor tonto, tu ternura (esa que ocultas tan increíblemente bien). Incluye tus brazos, sobre todo tus brazos. Para que me acojan, para que me cobijen mientras me dices palabras cariñosas.
Te quiero. Lo escribo así, tal cual.
Te quiero. No saco nada con llamarlo de otro modo.
Te quiero conmigo.
Te quiero todo.
Te quiero ahora (y para siempre, si me lo permites).
Te quiero mucho.
Y es en serio.
T_T